Cuando llega el verano todos queremos tendernos en la arena o a orillas de la pileta para recibir una buena dosis de vitamina D mientras conseguimos un buen bronceado. La luz solar es buena para nuestra piel, es necesario que todos los días podamos tener unos minutos al sol. Pero, exponernos de forma prolongada sin ningún tipo de protección, puede ocasionar daños en la piel que van desde resequedad y arrugas hasta manchas y quemaduras.
Así que es importante mantener hidratada y protegida a nuestra piel para evitar el fotoenvejecimiento qué es provocado por la radiación ultravioleta del sol.
¿Cómo prevenir el daño solar en la piel?
Aún con el efecto negativo que puede tener el sol en nuestra piel, es posible evitar y prevenir el daño solar. Podés hacerlo a través de la protección oral, consumiendo vitamina C, que estimula a la producción de colágeno y elastina. Así como aumentar el consumo de antioxidantes en tu alimentación, ya que reducen la acción de los radicales libres que son los responsables del envejecimiento prematuro de tu piel.
Podés consumir antioxidantes como polifenoles, astaxantina, licopeno, betacarotenos, té verde.
También prevení el daño solar utilizando protección tópica, aplicando en tu piel protectores solares mayores a 50 PUV y colocándolo cada 2 horas si estás constantemente poniéndote al sol durante el día. Hay una gran cantidad de fotoprotectores tópicos y podés escoger el adecuado según tu tipo de piel.
Y para mejorar tu protección, utilizá también sombreros y sombrillas para evitar la exposición solar directa, en especial en las horas en la que la intensidad de los rayos solares son mayores, como a partir de las 11am a las 3pm.
Tratamientos para reparar la piel del daño solar.
Si bien nos gustaría que todas las personas protegieran su piel del sol para evitar el daño que este produce, no siempre ocurre. Así que cuando la prevención no es suficiente y hay presencia de daño en la piel, como manchas, marcas, rojeces y deshidratación excesiva de la piel, es necesario realizar tratamientos para mejorar la salud y apariencia de la piel.
Antes de realizar cualquier tratamiento es importante preparar la piel, eliminar los residuos de la piel, cremas protectoras, aceites y demás. Para esto, un paso o tratamiento previo es la limpieza facial profunda con hydrafacial, que se realiza con la ayuda de un aparato que a través de succión, limpia, desintoxica y tonifica la piel; aumentando la microcirculación y oxigenando la piel del rostro.
Este procedimiento médico combina la limpieza y extracción de impurezas, después se realiza una exfoliación y peeling, eliminando las células muertas y alisando la textura de la superficie de la piel. Infiltrando antioxidantes y ácido hialurónico para estimular a la regeneración celular y la producción de colágeno junto con elastina.
Los 3 tratamientos más utilizados para reparar el daño solar debido a sus efectos y la rapidez de resultados son:
1. IPL (Tratamiento de luz pulsada intensa)
Con este tratamiento se aplica sobre la piel una luz de alta intensidad que posee una longitud de onda próxima a los pigmentos de la melanina de la piel (piel color marrón) y la hemoglobina (piel color roja).
La IPL ayuda a estimular la producción de colágeno de la piel, eliminando la piel que fue dañada por el sol, junto con las rojeces y manchas en la piel.
Desde la primera sesión se ve una mejoría, sin embargo los resultados son graduales y se necesitan varias sesiones para recuperar la luminosidad de la piel y su aspecto saludable.
Para poder aplicar este tratamiento la piel no puede estar bronceada ni quemada.
2. Mesoterapia.
Este tratamiento consiste en aplicar un cóctel de vitaminas y sustancias en la piel que ayudan a estimular la producción de colágeno y elastina en la piel, la hidratan, despigmentan y regeneran las células de la piel, dando un aspecto más luminoso y terso a la piel.
Las sesiones de mesoterapia duran entre 15 a 30 minutos aplicando pequeñas inyecciones indoloras bajo la piel. Se suelen necesitar de 3 a 5 sesiones para ver mejores resultados. Y puedes apreciar cambios desde la primera aplicación.
3. Peelings químicos.
Los peelings químicos superficiales y médicos se realizan con sustancias que son despigmentantes y exfoliantes (como ácido glicólico, mandélico, ferúlico, fenol…) que permiten eliminar las capas más superficiales de la piel que son las que más sufren los daños del sol. Este tratamiento estimula la regeneración y la reparación de la piel produciendo nuevo colágeno.
Para realizarse peelings químicos hay que tener en cuenta que la piel no debe exponerse al sol, ya que ha sido removida su capa superficial y esta se encuentra muy sensible. Por lo que una exposición prolongada y sin protección puede dañar la piel.
El número de sesiones va a depender de cada caso en particular y el tipo de paciente.
Recomendaciones finales:
Constantemente estamos exponiendo nuestra piel al sol y el rostro es el que más suele recibir los efectos nocivos de la radiación solar, debido a que no nos protegemos como deberíamos. Así que es importante prevenir los daños en tu piel ocasionados por la exposición al sol y protegerla de forma adecuada.
Y si ya presentás daños en tu piel, antes de acudir a un centro estético a realizarte un tratamiento, visitá a un médico especialista que evalúe tu piel e indique el tratamiento adecuado para ti, junto con los cuidados pre y post tratamiento.
Si deseas reparar el daño de tu piel y recuperar su suavidad y vitalidad, escribinos y agendá una cita con uno de nuestros médicos especialistas.
Si te gustaría mejorar la apariencia de tu rostro, recuperar la frescura y vitalidad de tu rostro, escribinos y agendá una cita.
Comments