Los hábitos y el estilo de vida son los responsables gran parte del tiempo de muchas enfermedades que afectan hoy en día a la población. Una alimentación rica en carbohidratos y grasas, comer en exceso, el sedentarismo y el estrés afectan a la salud de nuestro cuerpo y evitan que este funcione de forma óptima, siendo el primer resultado el sobrepeso. Así que los órganos comienzan a fallar y nuestro sistema funciona cada vez más lento.
A raíz del sobrepeso han surgido una variedad de dietas restrictivas con la promesa de perder peso y ponerse en forma. Sin embargo, este tipo de dietas lo que genera es que se desarrolle una mala relación con la comida y da origen a trastornos alimentarios.
A raíz de eso, profesionales que buscan crear una mejor relación con la comida, han probado formas alternativas de lidiar con el sobrepeso y mejorar la calidad de vida de las personas. Dentro de estas tendencias encontramos la alimentación consciente .
¿Qué es la alimentación consciente?
La alimentación consciente también conocida como mindful eating, nace a partir del mindfulness y su búsqueda por hacernos más conscientes del aquí y ahora, como una manera de aprender a lidiar con las situaciones que nos generan estrés y ansiedad.
Por eso la alimentación consciente trata de ser más consciente de los alimentos que consumimos; enseñando hábitos para desarrollar una mejor relación con la comida y con nuestro cuerpo. Busca centrar atención en lo que comemos y por qué lo comemos.
Los principios de alimentación consciente.
Generalmente comemos rodeados de estímulos distractores que afectan el momento en el que nos alimentamos y la forma en la que lo hacemos. Por ese motivo, la alimentación consciente propone una serie de principios para cambiar esto:
1. Come sólo si tienes hambre.
Pone el centro en prestar atención a las señales fisiológicas del cuerpo para descubrir si realmente nuestro cuerpo tiene hambre fisiológica o se trata de un hambre emocional, movida por emociones como tristeza o enojo que nos llevan a querer enmascararse con comida.
Además, es importante atender las señales de saciedad, para dejar de comer cuando nuestro cuerpo está lleno. Aquí, dejar comida en el plato está permitido, porque generalmente nuestro cuerpo se llena antes de que terminemos de comer. A veces lo que pensamos que es hambre se trata de sed, porque no somos capaces de distinguirlo ya que no escuchamos a nuestro cuerpo.
2. Siente y percibe todo al momento de comer.
Saborear cada bocado, prestar atención a los olores, texturas, sonidos y sabores que acompañan cada cucharada es importante, porque es una invitación a ser más conscientes al momento de comer y poder reflexionar sobre lo que estamos dándole a nuestro cuerpo, mientras disfrutamos realmente del momento.
3. Elimina las distracciones.
Muchas personas están acostumbradas a comer con la televisión encendida o mientras revisan el teléfono y eso hace que no sean conscientes de las señales de hambre y de saciedad de su cuerpo, ocasionando que coman mucho más de lo que necesitan. Por eso es importante alejar las distracción y centrarse en el aquí y ahora al momento de comer.
4. Come más lento.
Al comer rápido no te da tiempo de reconocer las señales de saciedad de tu cuerpo, o si tu cuerpo necesita más agua que comida en un determinado momento. Quizás cuentas con poco tiempo para comer y si es así, asegurate que al menos 20 minutos dediques al momento de comer, saboreando cada bocado y prestando atención a lo que experimenta tu cuerpo.
5. Come de todo.
Restringirte de cierto tipo de alimentos hace que ante momentos de hambre tengas atracones con esos alimentos. La prohibición de alimentos nos tienta más a querer consumirlos. Se trata de variar tu alimentación y hacer más consciente el por qué quieres comer esos alimentos, en ocasiones buscamos algo dulce cuando nos sentimos tristes. Puedes probar distintos tipos de alimentos y recetas que te distraen y pueden ser una alternativa para hacer el momento de cocinar más divertido y mejorar tu relación con la comida
Consideraciones finales.
Durante años la imagen estética de la belleza nos ha llevado a una cultura de dieta restrictiva que hace insostenible tener una alimentación saludable durante largo tiempo. Es por eso que una de las nuevas propuestas para reivindicar el área de la nutrición, es dejar a un lado las dietas restrictivas y centrarnos en atender la relación que cada persona tiene con la comida.
No se trata sólo de cambiar hábitos alimentarios, se trata de construir un nuevo y mejor estilo de vida saludable que pueda sostenerse en el tiempo, para lograrlo es necesario considerar todo lo que influye en nuestra alimentación, como nuestros pensamientos y nuestras emociones.
Si querés mejorar tu salud y tu calidad de vida, es importante mejorar tu relación con la comida de la mano de profesionales. Déjanos ayudarte y agendá una cita.
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